martes, 8 de marzo de 2016



Dólar MUC

El dólar MUC (Dólar de Mercado Único del Cambio) fue una especie de divisa de igual valor al dólar estadounidense que circuló en Perú a finales de 1977 por orden del gobierno de Francisco Morales Bermúdez, mediante la Ley Nº 21.953.

Su fin era fomentar las inversiones nacionales bajo la siguiente modalidad:

1. El Estado compraba dólares a precio normal.
2. Los subsidiaba y vendía a un precio menor para los empresarios nacionales.
3. Ellos los usaban exclusivamente para sus industrias.

Entre 1978 y 1986, la diferencia entre el precio del dólar MUC y el del mercado libre, no superaba el 10%. Sin embargo, a partir de abril de 1987, cuando el Banco Central de Reserva del Perú fracasó en un intento por detener el alza del dólar en el mercado libre mediante la venta de varios millones de dólares al público, se produce un distanciamiento cada vez más pronunciado entre la cotización oficial del dólar frente al inti y la cotización libre de esta divisa, creando una sensación de sobrevaluación de la moneda local, que se volvió crónica en septiembre de 1988, cuando el ministro de Economía y Finanzas Abel Salinas durante el primer gobierno de Alan García decide devaluar la moneda al precio del mercado. El fallo del plan del gobierno estuvo en el último paso, pues los empresarios no confiaban en la economía del país, y usaban los dólares comprados a menor precio para sus cuentas personales. A partir de diciembre de 1988, sin embargo, la cotización del dólar MUC se retrasaría con relación al mercado libre, por lo que el inti tenía mucho valor y las reservas internacionales caían a niveles muy bajos. El 8 de agosto de 1990, bajo la presidencia de Alberto Fujimori, el ministro de Economía Juan Carlos Hurtado Miller pone en marcha un paquete de medidas económicas en las que se incluyen la eliminación del mercado único de cambios y por lo tanto, la cotización de la moneda nacional flotaría de acuerdo a un régimen de oferta y demanda. El 31 de marzo de 1991 el mercado único de cambios dejó de tener efecto legal.

¿Que es la Hiperinflación?

La discusión acerca de qué es hiperinflación ha venido asomándose en Venezuela, país en el que la medición del costo de vida es, hace tiempo, un tema de debate. 
No hay acuerdo acerca de la velocidad a la que crece el costo de la vida, en parte porque no se publican cifras oficiales desde diciembre. Para todo el 2014, el Banco Central de Venezuela estimó la inflación (el aumento en el costo de la vida) en 70%, la más alta del mundo.
Pero este año, tras al golpe de la caída de los precios del petróleo, la inflación parece haberse disparado. Algunas voces académicas y de la oposición dicen que Venezuela se encuentra a las puertas de la hiperinflación.
El gobierno no ha entrado al debate de si hay hiperinflación o no, pero asegura que está tomando las medidas necesarias para controlar el aumento en el costo de la vida y le echa la culpa del fenómeno a la especulación de empresarios con el apoyo de Washington. También dice que los opositores exageran la magnitud de la inflación.
En medio de esta discusión, BBC Mundo les presenta una guía acerca de algunos conceptos básicos sobre la hiperinflación: que és, dónde ha ocurrido y por qué es tan nefasta para los países que la experimentan.
¿QUÉ ES HIPERINFLACIÓN?
Steve Hanke, académico de la Universidad Johns Hopkins y una autoridad mundial en la materia, asegura a BBC Mundo que, "por convención, la profesión económica acepta que existe hiperinflación cuando la tasa de inflación supera el 50% mensual".

La cifra la estableció el Profesor Philip Cagan de la Universidad de Columbia en un artículo de 1956 que es frecuentemente tomado como referencia. 
Hanke, quien también es director del Proyecto sobre Divisas en Dificultades del Instituto Cato, un centro de investigaciones en la capital estadounidense de tendencia conservadora, aclara que "unainflación de 50% mensual, si se calcula de forma  anualizada, llegará a cerca de 13.000% al año".
¿QUÉ PASA CUANDO HAY HIPERINFLACIÓN?
Cuando se desborda el incremento de los precios, la gente tiene que empezar a cambiar su comportamiento cotidiano para protegerse de la inflación. Estos son algunos de los fenómenos que se observan:

► Las tiendas empiezan a cambiar, hasta varias veces por día, los precios de sus productos.

► La población empieza a gastar lo más rápido posible su sueldo en bienes de consumo duradero como electrodomésticos, incluso si no los necesitan, para que no pierdan poder adquisitivo.

► También se suele comenzar a cuantificar el valor de los productos en una moneda extranjera estable en vez de en moneda local y en algunos casos, se inicia una "dolarización espontánea" en la que prefieren mantener los ahorros y realizar transacciones, en la medida de lo posible, en moneda extranjera.

En ese momento, las autoridades prácticamente pierden el control de su política monetaria y la moneda nacional se embarca en un proceso que pude acabar por volverla prácticamente irrelevante, con consecuencias desastrosas para el bienestar de la población, que ve destruidos sus ahorros y encuentra que sus ingresos pierden valor casi al instante de recibirlos.
¿EN DONDE HUBO HIPERINFLACIÓN?
"Ha habido apenas 56 incidentes documentados de hiperinflación en el mundo", asegura Hanke a BBC Mundo. Uno de los casos académicos por excelencia es el que sufrió Alemania en la década de 1920. La tasa de cambio llegó a ser de 2 billones de marcos alemanes por cada dólar estadounidense.

El récord mundial de hiperinflación fue alcanzado en 1946 en Hungría cuando llegó a 41,9 trillones por ciento. A esa tasa, los precios de los productos se duplicaban cada 15 horas.
Tal vez el caso reciente más notorio es de Zimbabue. En noviembre de 2008 la inflación en el país africano alcanzó la tasa de 7.960 millones por ciento.
¿Y EN AMÉRICA LATINA?
"Latinoamérica históricamente ha estado afectada por niveles altos de inflación, pero muy pocos incidentes de hiperinflación", le señala Steve Hanke a BBC Mundo.

Entre los muy pocos casos registrados está el de Bolivia en septiembre 1985, que llegó a 183% mensual, y cerca de 60.000% al año. Brasil sufrió en marzo de 1990 una inflación mensual de 82,4% y Perú, en agosto de 1990, llegó a 397%, asegura el académico.
El país de la región que más se acerca en la actualidad a la hiperinflación, alega Steve Hanke, es Venezuela. "Venezuela está muy cerca de la hiperinflación sostenida, y podría en las próximas semanas pasar por la barrera", y alcanzar el 50% mensual de modo sostenido, advierte.
Estima que, al pasado 12 de julio, la inflación llegaba a 745% anual. Lo calcula con base en las variaciones de paridad de poder adquisitivo en la tasa de cambio paralela del bolívar frente al dólar.
No es la única estimación de la inflación que existe sobre Venezuela, pero otras coinciden en advertir una inflación muy alta en ese país. El pasado 8 de julio, la agencia de noticias Reuters indicó que una encuesta de ocho economistas privados encontraba que la inflación había llegado a 108% en los 12 meses que terminaron en mayo pasado.
Las autoridades monetarias venezolanas indicaron en febrero de este año que en 2014 la inflación llegó a 68,5%. El gobierno venezolano dice que está tomando medidas para mantener a raya el costo de vida y considera que la inflación tiene su origen en la especulación y el enriquecimiento ilícito de algunos comerciantes que lo emplean como mecanismo en una guerra económica contra el país.
En una reciente reunión con periodistas el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, explicó que las cifras de inflación no se publican porque hay una inconsistencia metodológica con otra entidad gubernamental que mide la inflación, el Instituto Nacional de Estadística.
¿POR QUÉ OCURRE LA HIPERINFLACIÓN?
En términos generales, la hiperinflación es un caso extremo de la inflación y ocurre cuando hay un rápido aumento en la cantidad de dinero circulante que no está correspondido por un aumento similar en la cantidad de bienes y servicios existentes en la economía.

Con más dinero persiguiendo los mismos bienes y servicios, aumenta rápidamente el valor de esos bienes medido en la moneda nacional.
Puede haber muchas causas subyacentes, pero frecuentemente la causa inmediata de una hiperinflación es la decisión del gobierno de imprimir billetes en grandes cantidades para financiar un déficit fiscal. 

El Terrorismo en el Perú


El Terrorismo en el Perú fue un periodo durante el cual el Estado Peruano recibió constantes atentados terroristas, estos se extendieron desde 1980 hasta el año 2000, los ataques fueron perpetrados por grupos armados no considerados como fuerzas regulares; disminuyó notablemente alrededor de 2000, considerándose como el fin del terrorismo; no obstante, actualmente las acciones armadas se han desplazado a ciertas zonas de la selva (VRAEM) y los grupos terroristas se han aliado con narcotraficantes de la zona, por lo que ahora se le considera Narcoterrorismo.

Las acciones estuvieron marcadas por los enfrentamientos de los grupos terroristas Sendero Luminoso y el MRTA contra el Estado peruano, que conllevaron a la derrota total del MRTA y al desplazamiento de Sendero Luminoso a ciertas zonas la selva. Entre 1980 y 2000 se estima, según datos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, que fallecieron cerca de 70.000 personas. Los principales actores de este conflicto fueron Sendero Luminoso, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru y el Estado del Perú, y las principales víctimas, los campesinos habitantes de las zonas más pobres y desprotegidas del país.

La mayoría de las víctimas de este conflicto fueron pobladores andinos, sobre todo campesinos (56%), hablantes de quechua (75%), pobres (68%), de zonas rurales (79%), entre otras. Los terroristas y los militares atacaron deliberadamente a civiles, convirtiendo a este conflicto en el más sangriento de la historia peruana.

Mientras que el MRTA fue desactivado hacia 1997 luego de la Operación Chavín de Huántar, Sendero Luminoso resultó severamente debilitado y desplazado a la zona del VRAEM, donde esta organización subsiste asociada al narcotráfico y lanza ataques esporádicos a las fuerzas armadas.

Machu Picchu


Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, «Montaña Vieja») es el nombre contemporáneo que se da a una llaqta—antiguo poblado andino— incaica construida a mediados del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de la cordillera Central, al sur del Perú y a 2490 msnm, altitud de su plaza principal. Su nombre original habría sido Picchu o Picho.

Según documentos de mediados del siglo XVI, Machu Picchu habría sido una de las residencias de descanso de Pachacútec, noveno inca del Tahuantinsuyo entre 1438 y 1470. Sin embargo, algunas de sus mejores construcciones y el evidente carácter ceremonial de la principal vía de acceso a la llaqta demostrarían que esta fue usada como santuario religioso. Ambos usos, el de palacio y el de santuario, no habrían sido incompatibles. Algunos expertos parecen haber descartado, en cambio, un supuesto carácter militar, por lo que los populares calificativos de «fortaleza» o «ciudadela» podrían haber sido superados.

Machu Picchu es considerada al mismo tiempo una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. Sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas, y el velo de misterio que ha tejido a su alrededor buena parte de la literatura publicada sobre el sitio, lo han convertido en uno de los destinos turísticos más populares del planeta.

Machu Picchu está en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983, como parte de todo un conjunto cultural y ecológico conocido bajo la denominación Santuario histórico de Machu Picchu. El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal, que contó con la participación de cien millones de votantes en el mundo entero.

Marcha por la Vida



Este sábado, 12 de marzo, se realizará en Huánuco la Gran Marcha por la Vida, cuyo objetivo es ayudar a tomar conciencia de los peligros que la transnacional y millonaria industria del aborto quiere introducir en nuestro país y que, a pesar de sus enormes esfuerzos e inversión, ha recibido el rechazo mayoritario de los peruanos.
El año pasado, la marcha reunió a más de 1,000 participantes entre ciudadanos que asistieron con sus familias completas, artistas, políticos, académicos y demás personalidades que salieron a manifestarse en favor de la vida del niño por nacer y la integridad de las mujeres que, en situaciones muchas veces extremas, se ven empujadas a sufrir otra violencia, aquella que se aplica en un aborto. 
En un aborto, el ser por nacer es destruido físicamente y la mujer que aborta sufre una violencia que no solo marca su cuerpo sino también su mente y su espíritu. Los únicos que ganan, en contante y sonante, son los promotores de esta industria que ha prosperado en muchas partes del mundo. En Europa, por ejemplo, lo ha hecho de tal manera que sus poblaciones han comenzado a preocuparse por la escasez de nacimientos. En Estados Unidos se ha llegado a tal extremo que el aborto se puede practicar hasta el momento antes de nacer, en lo que se llama aborto por nacimiento parcial (búsquelo en Internet). 
Como he escrito en artículos anteriores, fue en Estados Unidos donde se dio el primer paso importante para la legalización del aborto alrededor del mundo. El Caso Roe versus Wade (1973) empezó con un embarazo fruto de una supuesta violación que, después lo confesó la protagonista Norma McCorvey (quien durante el juicio usó el seudónimo Jane Roe), lo había inventado porque así se lo aconsejaron las abogadas que llevaron la causa. Así como empezó en Estados Unidos, lo que algunos reclaman hoy en el Perú es el derecho al aborto en casos de violación. 
En el mencionado Caso Roe versus Wade, que puso el tema en la vitrina mundial, hubo otro elemento interesante que, de alguna manera, se repite en las campañas actuales. El principal financista, según declaró tiempo después él mismo, fue Hugh Hefner, el famoso fundador del imperio Playboy, donde la utilización de la mujer es indiscutible.
Confieso que soy católica, pero no es la religión la que me motiva a defender la vida. Aun si no creyera en Dios, lo haría. Pero lo que me motiva de manera especial es la urgencia de alertar a las mujeres que en situaciones límite enfrentan el dilema de qué hacer con un embarazo no deseado y están a punto de sufrir el tremendo dolor de abortar. Estas mujeres son tan víctimas como sus hijos sin nacer. Y digo todo esto aun a costa de que me caigan encima los poderosos promotores del aborto, así como contrariando a quienes me recomiendan que mejor me quede callada y no me meta en problemas.
Para quienes se proclaman devotos de los avances científicos, es preciso tomar en cuenta que tanto la ciencia como la tecnología han contribuido a aclarar cómo el concebido es un ser distinto a su madre y a su padre, con un ADN único e irrepetible. Gracias a la ecografía, además, lo podemos ver desde muy temprano.